El Servicio Nacional de Migraciones (SERMIG), en colaboración con el Ministerio de la Mujer y Equidad de Género, esta mañana llevaron adelante la actividad “Políticas y datos sobre población migrante desde un enfoque de género”, instancia que buscó promover el diálogo y la reflexión en torno a la realidad de las personas migrantes, especialmente a mujeres y diversidades. La jornada se concibió como un espacio de intercambio de conocimientos y experiencias, con la participación de académicas y especialistas en políticas públicas y datos migratorios.
Durante el encuentro, SERMIG expuso sobre las principales iniciativas desarrolladas en materia de género y migración, junto con la presentación de estadísticas y políticas diseñadas para aportar a la formulación de acciones inclusivas y basadas en evidencia.
Victoria Arratia, de la Unidad de Género y Diversidades de SERMIG, expuso los principales enfoques desde los cuales el Servicio incorpora la perspectiva de género en su labor. En su presentación abordó los factores de riesgo presentes en los procesos migratorios, los principios fundamentales de protección y los derechos de las personas migrantes, en el marco de la Ley 21.325 de Migración y Extranjería. Asimismo, destacó el trabajo conjunto con otras instituciones del Estado y los avances en permisos vinculados a reunificación familiar, razones humanitarias —como situaciones de violencia intrafamiliar o de género, embarazo, trata y tráfico de personas—, junto con el despliegue de la iniciativa Apoya Mujer Migrante y el plan de acción de la Política Migratoria.
Posteriormente, Consuelo Salas y Pablo Roessler, del Departamento de Estudios de SERMIG, presentaron el seguimiento realizado a la administración de los permisos de residencia. Los resultados evidenciaron una marcada masculinización en los permisos vinculados a actividades lícitas remuneradas (ALR), mientras que los de reunificación familiar (RF) y temporales como dependientes mostraron una tendencia más feminizada. Asimismo, se destacó la baja cobertura en permisos otorgados a mujeres extranjeras afectadas por violencia intrafamiliar o de género. El análisis también reveló diferencias por grupos etarios: los trámites resultaron más feminizados en personas mayores de 45 años, en contraste con los tramos de 18 a 44 años, donde se observaron dinámicas más paritarias e incluso masculinizadas. En 2024, por ejemplo, el 63,2% de los permisos de reunificación familiar correspondió a mujeres, mientras que solo el 45,4% de los permisos de ALR se otorgó a ellas.
Asimismo, Núcleo MIGRA a cargo de Alejandra Abufhele, Mayra Feddersen y Olaya Grau, presentó investigaciones -en desarrollo- sobre el ciclo vital de las mujeres migrantes en Chile; el importante rol que están teniendo en contrarrestar la baja natalidad, cómo ha respondido el sistema de salud en término de acceso y prestaciones a las madres, así como los desafíos que deben afrontar para ejercer cuidados en contextos de aculturación y estrés parental, donde cuestiones como el estatus migratorio es central como mecanismo de integración.
La jornada finalizó con un conversatorio que reunió a Oriana Bernasconi, directora de Núcleo Milenio Data Justa; Noemí Salinas, SEREMI de Tarapacá del Ministerio de la Mujer y Equidad de Género; y Gabriela Hilliger, directora jurídica de Servicio Jesuita Migrante, quienes dialogaron sobre los desafíos actuales y futuros en la incorporación del enfoque de género en políticas migratorias.